SOCIOS GLOBALES

El diario de Rugby World Cup de Alba Capell

El punto de quiebre de Alba Capell fue cuando España cayó frente a Irlanda en la final del WXV 3 2023, y la llevó hasta la Rugby World 2025. La joven estrella habla de sus inspiraciones y cómo quiere inspirar a la próxima generación de jugadoras de rugby en su país.

Ha sido un viaje increíble llegar hasta aquí y participar en la Rugby World Cup 2025. Hace casi dos años jugamos contra Irlanda en la final de WXV3, un partido que fue todo un logro para nosotras. Al llegar a ese partido, y por la forma en que finalmente lo jugamos, demostramos crecimiento y nos convertimos en un equipo maduro, capaz de plantar cara a los mejores.

Siempre sentimos que teníamos el control de esa final, pero en un abrir y cerrar de ojos perdimos por solo dos puntos. No puedo expresar con palabras lo mucho que dolió, pero también fue un punto de inflexión para mí. Hasta ese momento, nunca me había sentido realmente cómoda en la selección nacional. Sabía que lo había logrado, pero seguía sin querer llamarme Leona porque sentía que aún faltaba algo.

Recuerdo volver a casa después de perder contra Irlanda y sentirme desesperanzada por lo que habíamos perdido, sobre todo porque sentía que estábamos jugando en nuestro mejor momento. Pero cuando miro hacia atrás también recuerdo poder mirarme al espejo y decirme: 'perteneces aquí, haces cosas buenas para el equipo'.

Creo que el equipo me ayuda a crecer cada día. Mi motivación viene de ellas porque todo lo que hago, lo hago por ellas. Si no fuera por ellas, no podría agotarme tanto.

Decidí hacerme un tatuaje que diga "confianza". Fue para recordarme la importancia de trabajar cada día y lo importante que es sentir que uno pertenece a algo. Me lo hice para recordarme que tenía que confiar en mí misma, en mi equipo y en que España merece estar en la cima del rugby mundial.

Al año siguiente volvimos a la final de la WXV3, y esta vez pudimos vencer a Fiyi y asegurarnos un puesto en esta Rugby World Cup. Una vez más, me sentí abrumada por la emoción, pero esta vez porque mis sueños por fin se habían hecho realidad y sabía exactamente cuánto esfuerzo había invertido para lograrlo. Pensé en la niña de diez años que soñaba con estas cosas. Lo hice por ella.

Desde entonces, todas hemos trabajado duro para prepararnos lo mejor posible para el Mundial, y hemos recibido inspiración en el camino. Antes de nuestro reciente viaje a Japón, pasamos el día con jugadoras de la selección española que participó en la primera Rugby World Cup femenina de la historia en 1991.

Vinieron a vernos entrenar y después hablamos con ellas durante horas. Nos sentimos muy conectadas con su historia y nos sentimos muy honradas de contar con mujeres tan fuertes y empoderadas en nuestra historia. Algunas ni siquiera las conocíamos, pero nos enseñaron sus fotos y nos lo contaron todo. Nos sentimos conectadas y, al mismo tiempo, algo creció en nosotras: la sensación de que no estamos solas en esto. Muchas mujeres lucharon por nosotras en el pasado y ahora somos nosotras las que debemos hacer lo mismo por las generaciones futuras.

Que nos entregaran nuestras camisetas fue un momento empoderador, hermoso y significativo en nuestras vidas. Nos recordó que el rugby español lleva mucho tiempo en este ámbito, y ahora tenemos que dar un paso al frente y demostrar de lo que somos capaces. No solo por nosotras, sino por las mujeres que nos precedieron y que creyeron que el rugby femenino pertenece a España.

También quiero ser esa persona que inspire a la próxima generación. Todos los niños tienen que soñar en grande. Yo soñé en grande toda mi vida. Ni siquiera sabía que teníamos una selección nacional porque en aquella época no se se las veía en la televisión. Pero creía que quería hacer algo con el rugby. Cada día que practico rugby, cada día que entreno, me alegra el día. Es esta pasión por el rugby y por mis compañeras lo que me ha llevado a estar en una Rugby World Cup.

A todas esas jóvenes jugadoras: apasiónense en todo lo que hagan y sueñen en grande. No piensen que por ser una niña de un club pequeño no pueden estar aquí. Sí pueden, y de hecho lo harán si se esfuerzan.

Algún día recibirán su camiseta. La mirarán y sabrán lo que costó ganársela, y se mirarán al espejo y se dirán que pertenecen.

WRWC-2025-DesktopBar
WRWC-2025-DesktopBar

SOCIOS GLOBALES

SOCIOS OFICIALES

WRWC-2025-Footer