Sara Cox está convencida de que esto es solo el comienzo. Aunque reconoce con modestia que convertirse en la primera árbitra en alcanzar medio centenar de tests es un logro importante, lo que realmente la hace sonreír es el significado que esto tiene para el deporte que ama.
“Cuando recién empecé, tenías uno, quizás dos partidos al año si tenías mucha suerte, pero no era lo habitual que te designaran. Ver cómo eso cambió y cómo ahora lo normal es que las árbitras dirijan tres, cuatro o cinco partidos al año, creo que es un reflejo de hacia dónde se dirige el juego”, dijo Cox en la previa de alcanzar este histórico hito.
“Así que, ojalá que mi partido número 50 sea superado muy rápido y que esto siga creciendo hasta llegar a 100 y más allá. Creo que ahí es hacia donde se está moviendo el rugby en este momento.”
“Es el día y la noche”
Las cosas cambiaron de manera exponencial desde que Cox arbitró su primera RWC Femenina hace 15 años.
“En 2010 eran dos canchas en el Surrey Sports Park con tribunas provisorias en el medio y no mucha gente alrededor”, dijo con una sonrisa. “Ni siquiera creo que sea comparable hoy. Está a años luz de lo que era (en 2010), incluso respecto a la última RWC: es el día y la noche.
“Los estadios de la RWC 2025 son perfectos. Fueron muy bien elegidos. Tienen la cantidad justa de gente. Hay un gran nivel de participación y un ambiente increíble alrededor de todo.”
Ese sentido de comunidad —con sus colegas árbitras, las jugadoras y la afición— es, claramente, lo que impulsó a esta figura tan querida a convertirse en una de solo cuatro árbitras inglesas y 16 personas en el mundo en alcanzar los 50 partidos dirigidos.
Modelo a seguir
Las colegas de Cox son contundentes acerca del impacto de este logro.
“Es una pionera”, dijo sin rodeos Joy Neville, exárbitra irlandesa que también abrió caminos. “Fue la primera cara femenina en verse en la Premiership y en competiciones masculinas en Inglaterra e internacionalmente, y creo que muchas árbitras se fijaron en ella considerando los desafíos que tuvo que enfrentar, sobre todo allá por 2013, 2014. En ese momento creo que tenía contrato por apenas un año o dos.”
La estabilidad laboral era algo que Cox ni imaginaba en esos primeros días. El hecho de que haya ayudado a impulsar ese cambio es algo por lo que la árbitra australiana Ella Goldsmith le estará siempre agradecida.
“Realmente está marcando el camino y mostrándonos que esas oportunidades también están para nosotras, para aspirar y llegar algún día a los 50”, dijo Goldsmith, también oficial en la RWC 2025. “Fueincreíble desde que me sumé al grupo. Aprendí muchísimo de ella en tantos pequeños momentos.”
“Es auténtica, es ella misma”
La personalidad de Cox, dentro y fuera de la cancha, la convirtió en la figura emblemática que es hoy. Para la sudafricana Aimee Barrett-Theron, quien dirigió el Inglaterra-EEUU en el partido inaugural de la RWC 2025, lo que más resalta es su “increíble confianza” y su “presencia imponente”.
Para Maggie Cogger-Orr, de Nueva Zelanda, lo determinante es el ejemplo que ha dado: “Fue una de las primeras personas que vi y en las que realmente sentí que eran auténticamente ellas mismas”, dijo la oficial de la RWC 2025. “Eso fue muy inspirador para mí, y creo que por eso es una referente en el arbitraje mundial, porque es auténticamente ella misma todo el tiempo.”
El domingo, a las 12:00, Cox sin duda dejará todos estos pensamientos de lado para enfocarse en lo que tan bien sabe hacer. Aunque quizá se permita una pequeña sonrisa cuando los 80 minutos lleguen a su fin.
“Se siente bastante bien alcanzar este hito”, admitió Cox. “No esperaba que llegara en este momento, así que que ocurra en la RWC es grandioso.”
