Natasha Hunt, la única titular de Inglaterra que también había estado desde el inicio la última vez que las Red Roses levantaron el trofeo de la RWC Femenina, dio una muestra inmediata de lo que significa la victoria por 33-13 para el equipo número 1 del mundo, la nación anfitriona y el rugby en general.
“Es inimaginable: este día, todo el torneo. Salir a jugar frente a casi 82.000 personas y rendir así… no puedo estar más orgullosa de las chicas. Estoy abrumada, absolutamente eufórica”, dijo Hunt, la experimentada medio scrum.
“Es enorme. No creo que ninguna de nosotras haya imaginado que alguna vez sería así, y eso es un reconocimiento a todos los que están detrás de escena, y también a todos los que vinieron. Ojalá esto haya llegado para quedarse.”
“Un hito para el rugby femenino”
La actual entrenadora de defensa de Hunt, Sarah Hunter, que jugó a su lado en 2014, sabe muy bien lo que significa esta consagración.
“Es un hito para el rugby femenino. Que nuestras chicas vivan esto como campeonas del mundo, frente a una multitud increíble, es simplemente espectacular”, dijo Hunter, antes de enfocarse en cómo lo lograron con tanto estilo.
“Durante todo el torneo dijimos que en ciertos momentos todo se iba a definir en defensa. Todos hablaban de la amenaza de Canadá, de su velocidad de pelota, de si nos atacarían por los bordes. Nosotras nos enfocamos en el proceso y ellas [las jugadoras] lo ejecutaron. No podría haberles pedido más. Les negamos todos los puntos que habían conseguido durante el torneo. Estarán orgullosas de lo que hicieron hoy.”
“Absolutamente mágico”
De la 1 a la 15, las jugadoras de Inglaterra no podían contener la alegría: no solo habían transformado años de dominio en un trofeo, sino que también aprovecharon al máximo la explosión de interés en el rugby femenino.
“En cuanto sonó el pitazo final me largué a llorar”, dijo la segunda línea Abbie Ward. “Fue verdaderamente el día más especial. Una multitud en casa, un Twickenham con entradas agotadas. El apoyo fue increíble. Se podía sentir, fue eléctrico".
Este es un nuevo capítulo para el rugby femenino. No se trataba de corregir errores del pasado, sino de lo que este equipo podía hacer. Hoy fue un espectáculo fenomenal de rugby de ambos lados. Este es nuestro momento, y no importaba lo que hubiera pasado antes. Este equipo es especial. Esta hinchada, el apoyo, nuestros amigos, familias, el staff detrás, todo fue absolutamente mágico.”
“Queremos ver los sombreros vaqueros”
La centro Megan Jones, una de las figuras del torneo, sabe exactamente a qué se refiere Abbie Ward.
“Es increíble lo lejos que llegó este deporte, ojalá podamos mantener este impulso. El deporte femenino está en lo más alto, así que vamos a mantenerlo ahí”, dijo Jones.
“Pasamos por todo lo que teníamos que pasar para ser lo suficientemente fuertes hoy. Enfrentamos la adversidad. Estoy muy orgullosa de las chicas, orgullosa de todas ellas y también de esta [señalando a Ellie Kildunne].”
Responsable de al menos tres candidatos a try del torneo, incluido su brillante apertura en la final, Kildunne dejó en claro que no quiere bajarse nunca de este tren.
“Vivimos de esto. Tenemos grandes jugadoras a las que les encanta la presión. A la gente le importa, la gente quiere vernos jugar. Necesitamos que cada vez más personas sigan viniendo a vernos. Queremos ver los sombreros vaqueros. Vamos a seguir jugando, vamos a seguir entreteniendo, para eso estamos aquí”, dijo Kildunne, antes de revelar sus planes de celebración:
“Beber, bailar, divertirnos y mantenernos unidas como grupo.”